viernes, 5 de octubre de 2012

La Clave es la Concentración


“Jala el ombligo hacia la columna, cierra las costillas, alarga la columna, relaja el cuello, ancla las escápulas, baja los hombros, inhala, exhala…”
. Esto es lo que escucho repetidamente durante toda la hora que durante mi clase de Pilates. Mi ceño fruncido revela el esfuerzo que hago para lograrlo todo a la vez; y es que se necesita la concentración de un cirujano para hacer todo esto, y además realizar algún movimiento de fuerza con piernas, brazos o abdomen.

Después de un mes de practicar Pilates, debo decir que es una disciplina muy completa. He aprendido a ser consiente del trabajo que cada músculo hace durante el ejercicio y de la importancia de los músculos de la zona “core” (piso pélvico, transverso y recto abdominal, oblicuos, dorsales y lumbares). Estos músculos son los que sostienen el cuerpo y nos permiten la movilidad de nuestras extremidades, pero pocas veces somos consientes de ello.

A raíz de una lumbalgia crónica postural que sufrí por más de 2 años, me recomendaron el Pilates y aunque solo llevo un mes, he sentido una gran mejora en mi espalda. Ya no padezco de las dolorosas contracturas lumbares y puedo sentir más fuerza para realizar actividades que ya no podía hacer.

Así que soy feliz deslizándome en el reformer(1) cuando hago footwork. Sufro cuando nos toca hacer trabajo de piernas en la tortuosa silla. Me divierto con ejercicios de glúteos y pantorrillas en el jump board y mi abdomen siempre recuerda los ejercicios de pelota al día siguiente.

Espero en un par de meses contarles que tanto he avanzado. Por lo pronto la meta será dejar a un lado el ceño fruncido y lograr jalar la columna, cerrar las costillas, alargar la columna, relajar el cuello y bajar los hombros, sin tener que pensarlo tanto.



Si quieres saber más sobre el origen, historia y evolución del Pilates haz click aqui


(1) El reformer: Es una especie de cama sobre la que se desliza una plataforma mediante unos rieles, similar a la máqu ina de remo de los gimnasios tradicionales. Suelen ser de madera y acero.



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